sexta-feira, 11 de maio de 2012

O MAR...





El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar! 


   ¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad? 


   ¿Por qué me desenterraste
del mar?


   En sueños, la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar. 


   Padre, ¿por qué me trajiste
acá?



Rafael Alberti

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