El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños, la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá?
Rafael
Alberti
Blogue de aragem e aroma a maresia...de manhã (entre) tecida pela névoa, de tarde plácida batida pelas ondas, de rugido nocturno do pensamento...
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